#Pakistan

Pakistán es uno de los países más problemáticos de la región para los/as defensores/as de derechos humanos, que hacen frente a graves riesgos de asesinato, arresto y detención arbitrarios, secuestro, vigilancia, amenazas y hostigamiento judicial. Muchos/as DDH han visto como atacaban o incendiaban sus oficinas y asesinaban a sus colegas.

En Beluchistán, Khyber Pakhtunkhwa (KP) y las áreas tribales de administración federal (FATA, en inglés), agencias de seguridad, grupos religiosos, militantes y bandas armadas tienen a los/as DDH en la mira. Una fuerte violencia sectaria y muchos/as DDH asesinados/as en Beluchistán forzaron a la mayoría de las ONG a cerrar sus puertas y reubicar a su personal fuera del área. Quienes defienden los derechos de la mujer en las áreas tribales donde operan los grupos extremistas, son quienes están en mayor riesgo. Además de las amenazas de los grupos armados y las agencias de seguridad, las mujeres defensoras de KP y FATA suelen ser amenazadas por sus propios familiares, quienes las presionan para que dejen su tarea por los derechos humanos. Muchas mujeres defensoras son amenazadas con que harán daño a sus hijos.

En Pakistán, la Ley sobre blasfemias, que establece la pena capital, es ampliamente utilizada para hacer blanco en los/as DDH, especialmente contra quienes defienden los derechos de las minorías cristianas. Los grupos independientes de estudiantes, tales como la Federación Nacional Estudiantil, que trabaja con los estudiantes de las clases baja y media promoviendo la democracia en el campus y los derechos humanos, han sido blanco de grupos estudiantiles relacionados con los partidos políticos y amenazados por ellos. Pakistán también tiene un de los records más altos respecto a la solicitud de visitas de los procedimientos especiales de la ONU. Tan solo el Relator Especial sobre la situación de defensores de derechos humanos hizo llegar cuatro solicitudes en los años 2003, 2007, 2008 y 2010; ninguna de ellas fue respondida.