Front Line Defenders condena la violencia policial contra Raull Santiago y otras personas integrantes del Coletivo Papo Reto
En la tarde del 19 de febrero de 2020, Raull Santiago y sus colegas del Colectivo Papo Reto fueron detenidos y amenazados violentamente por agentes de la policía antidisturbios cuando regresaban de las reuniones en la Favela da Maré, Río de Janeiro. Los agentes detuvieron una de las tres motocicletas en la que iban Raull Santiago y sus colegas, apuntándoles con rifles. Las personas de las otras dos motos recibieron instrucciones de irse "y no mirar atrás" mientras que las que se quedaron fueron obligadas a sentarse y dejar sus teléfonos móviles.
Antes de que confiscaran su teléfono, Raull Santiago grabó el comportamiento violento de la policía y lo transmitió en vivo por Twitter durante unos cinco minutos. Uno de los policías se dió cuenta de que estaba grabando y le dijo que se identificara y dejara de grabar, manteniéndolo a punta de pistola. Después de que Raull Santiago se identificara como defensor de derechos humanos, el agente de policía abusó de él verbal y físicamente y lo amenazó con llevararlo a una comisaría de policía por "desobediencia y resistencia". Más tarde, Raull Santiago y sus colegas fueron llevados a la comisaría de policía nº21, donde posteriormente se reunieron con sus abogados, amigos/as, colegas, medios de comunicación y otros aliados. Los defensores hicieron una declaración sobre lo sucedido y abandonaron la comisaría.
Raull Santiago es un defensor de derechos humanos reconocido a nivel nacional e internacional de Rio de Janeiro. Es co-fundador del Colectivo Papo Reto y Movimentos, grupos de derechos humanos que muestran los efectos de la llamada guerra contra las drogas sobre la población joven negra, y denuncian y dan visibilidad a los casos de violencia policial y violaciones de derechos humanos contra las personas que residen en las favelas.
Lo que Raúl Santiago y sus colegas experimentaron es un ejemplo del enfoque selectivo y brutal que los agentes de policía utilizan cada vez más en áreas marginadas o favelas. Es un síntoma del racismo estructural, la criminalización y la persecución de la juventud negra. Como explicó Raull Santiago: “No creo que este tipo de enfoque tenga lugar en otros lugares de Río de Janeiro. Esto no se ve en Copacabana o Ipanema o Leblon, pero se ve en el Complejo Maré. Él [el agente de la policía antidisturbios] dijo "¡salías del Complejo Maré, en tres motocicletas!". El mensaje que se envía a la sociedad es que los jóvenes negros de las favelas que van en motocicletas deben ser sospechosos y también delincuentes”.
Los/as defensores/as en Río de Janeiro han trabajado incansablemente para denunciar las violaciones de derechos humanos consecuencia de las operaciones policiales. La brutalidad policial no es nueva, pero desde que el gobierno de Wilson Witzel asumiera el cargo, se ha producido un aumento en el número de amenazas, intimidaciones y abusos físicos y psicológicos cometidos por agentes de policía, entre otros el permiso concedido a helicópteros para derribar favelas. Cuando asumió el cargo, el gobernador declaró que la policía debía disparar para matar y “apuntar a la cabeza” al llevar a cabo las operaciones. 2019 fue el peor año para los asesinatos policiales en Río de Janeiro desde que comenzaran los registros en 1998, con 1,810 personas asesinadas, según el Instituto de Segurança Pública - ISP.
Front Line Defenders condena enérgicamente la violencia policial utilizada contra Raull Santiago y otros miembros del Coletivo Papo Reto, así como la brutalidad policial selectiva contra la juventud negra en Río de Janeiro. Front Line Defenders recuerda a las autoridades de Brasil que los/as funcionarios/as públicos no deberían intimidar ni ejercer violencia contra civiles desarmados/as; y que si lo hacen, las autoridades estatales deberían aplicar sanciones apropiadas y tomar medidas inmediatas e imparciales para llevar a las personas responsables ante la justicia, de conformidad con las normas internacionales.