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#Azerbaiyán

#Azerbaiyán

El espacio para los/as defensores/as de derechos humanos (DDH) y sus ONG está en disminución. En los últimos años se aprobaron varias reformas legislativas que restringen la labor de DDH y ponen sus actividades bajo el control total del gobierno. Si se repasan los casos de los más destacados DDH y sus juicios y encarcelamientos se puede ver que Azerbaiyán va camino al autoritarismo, y pareciera que adopta el estilo ruso de desprecio por la sociedad civil.

Preocupa seriamente el ejercicio de la libertad de expresión (también en línea), la libertad de reunión y asociación. A pesar de que se suma la presión de los organismos internacionales y regionales de derechos humanos, el gobierno azerí no atiende ninguna de las preocupaciones manifestadas. Por el contrario, el hostigamiento judicial hacia periodistas, editores y blogueros va en aumento. Existen denuncias de un incremento en la utilización de vigilancia de defensores/as de derechos humanos de parte de los servicios de inteligencia.

Las recientes reformas a la Ley sobre ONG, la Ley sobre subvenciones y el Código de delitos administrativos, al igual que la Ley de inscripción de entidades legales y registro de estado, aprobada en diciembre de 2013, incrementaron aún más el control del Ministerio de Justicia sobre las actividades de las ONG nacionales y extranjeras. Aquellas organizaciones que solicitan la inscripción se enfrentan a problemas administrativos, altos costos y opresivos deberes de entrega de informes, que incluyen el registro de todos los acuerdos para recibir subvenciones. Los engorrosos requerimientos para la inscripción trajeron como consecuencia que negaron el registro a muchas ONG de derechos humanos. Esta situación es especialmente preocupante por las medidas legales aprobadas en diciembre de 2013 que obligan a registrar grupos extranjeros.

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