Luchar siendo mujeres: ataques de género contra defensoras de derechos humanos
“Estoy totalmente convencida de que si fuese varón, el nivel de agresión no sería tan violento.”
- Berta Cáceres
Dos años antes de ser asesinada, Berta Cáceres, defensora de los derechos del ambiente dijo al reportero de Grist que lo que ponía en riesgo su vida no era solo su labor, sino también su género.
En todo el mundo, al promover y proteger los derechos de sus comunidades, las defensoras de derechos humanos enfrentan riesgos extremos y violencia de género.
A menudo, los ataques contra defensoras tienen mayor componente sexual y estigmatizante que los dirigidos a los defensores varones. Cuando una mujer defensora de derechos humanos es asesinada, las autoridades locales y los medios de comunicación tienden a separar el homicidio de su labor por los derechos humanos, en un intento de minimizar la importancia tanto de su muerte como de su vida.
Las defensoras de derechos humanos también se topan con serios obstáculos para acceder a la justicia después del ataque.
1. Las corporaciones multinacionales que atacan a las defensoras actúan habitualmente con el consentimiento o complicidad de las autoridades
Otras consiguen el apoyo de grupos del crimen organizado que tienen lazos con los gobiernos, de modo que disminuye la probabilidad de que la policía intervenga o brinde protección.
2. Prácticamente no se presta atención a los ataques contra defensoras perpetrados por familiares o colegas varones
Muchas veces, la policía considera estos ataques como casos de "violencia doméstica" o responden a la defensora que se trata de "un asunto privado".
Un informe de la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras determinó que entre el 2010 y el 2014, por lo menos un 5% de los ataques contra defensoras fueron perpetrados "desde dentro del círculo inmediato de la defensora", mayormente por familiares y colegas varones.
3. En algunos países, es la misma policía quien perpetra el ataque
El día en que le arrojaron ácido en el rostro, Soni Sori, defensora india, comentó:
Recibí una llamada a las 18:12 horas del día sábado, que me advertía que algunas personas estaban conspirando en contra de mí. Constantemente la gente me recordaba que la policía quería eliminarme, pero pensé que la policía y los políticos seguirían adelante de todas maneras, e ignoré las recomendaciones. Hasta ahora, la mayor parte de mi lucha ha sido contra el departamento de policía de Bastar.
Constantemente la gente me recordaba que la policía quería eliminarme. - Soni Sori
Claramente, en muchos países, la impunidad posibilita la violencia contra las mujeres defensoras de derechos humanos. En todo el mundo, los incidentes de violencia de género y ataques contra defensoras pocas veces son denunciados e investigados, y rara vez llegan a ser juzgados. Las defensoras afrontan obstáculos tremendos para lograr que se de credibilidad e investiguen las denuncias de ataques en su contra.
La impunidad en casos de violencia contra defensoras también se origina por la falsa suposición de que la violencia de género y la violencia contra defensores/as de derechos humanos se excluyen mutuamente.
De hecho, están íntimamente ligadas: los ataques contra defensoras están motivados tanto por la tarea que éstas realizan como por su género.
Las defensoras de derechos humanos soportan el tipo de ataque que habitualmente sufren las mujeres, tales como violación, campañas de difamación sobre su sexualidad, y ataques con ácido.
Siendo mujeres son sometidas al tipo de ataque y hostigamiento comunes a todos los defensores de derechos humanos: amenazas, intimidación, hostigamiento judicial y asesinato.
Las identidades de "mujer" y "defensora de derechos humanos" son únicas y se cruzan; en esa intersección las defensoras quedan ubicadas en un lugar donde su vida está en riesgo.
Mi rostro quemado con ácido es la expresión de la lucha. - Soni Sori
En el Día Internacional de la Mujer, Front Line Defenders desea honrar a tres mujeres defensoras que han afrontado violencia extrema y de género que intenta poner fin a su poderosa labor.
Sonia Sori, de India, Hana Shams Ahmed de Bangladés y la fallecida Berta Cáceres, de Honduras, arriesgaron sus vidas en defensa de los derechos humanos: exigimos justicia y protección para ellas.
"Somos mujeres que reclamamos nuestro derecho a decidir sobre nuestros cuerpos, pensamientos e ideas políticas, a nuestros derechos culturales y espirituales. Por supuesto por esto nos someten a agresiones mucho mayores" - Berta Cáceres