Historia del caso: Nelly Amaya
El 16 de enero de 2016, varios hombres armados sin identificar mataron a la defensora de derechos humanos Nelly Amaya en su ciudad natal, San Calixto, en el departamento de Norte Santander. Este asesinato se produce después del asesinato de otro miembro de MOVICE, Daniel Abril, el 13 de noviembre de 2015, en su ciudad natal, Trinidad, en el departamento de Casanare. El ataque tuvo lugar después de la reciente difusión de panfletos amenazantes contra MOVICE. El objetivo de estos actos es detener su labor pacífica y legítima de defensa de los derechos humanos en Colombia.
Nelly Amaya fue defensora de derechos humanos, activista política y madre de tres hijos. Fue integrante de la Asociación Campesina del Catatumbo - Ascamcat, creada en 2005 para defender el derecho a la tierra de los/as campesinos/as y de las comunidades indígenas de la región Catatumbo de Colombia y para defender su acceso a los recursos naturales. También formó parte del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado- MOVICE del Norte Santander, una organización nacional de derechos humanos que trabaja con las víctimas de conflictos armados, que monitorea y busca justicia por las violaciones de derechos humanos cometidas por el Estado y los paramilitares.
El 16 de enero de 2016, desconocidos armados asesinaron a la defensora de derechos humanos Sra. Nelly Amaya, en San Calixto, departamento de Norte Santander, su ciudad natal.
Aproximadamente a las 19:00 horas, los desconocidos atacaron a la defensora de derechos humanos cuando trabajaba en su comercio; recibió cinco disparos y murió a consecuencia de las heridas.
Nelly Amaya era defensora de derechos humanos, activista política y madre de tres niños. Integraba la Asociación Campesina del Catatumbo - Ascamcat, creada en el 2005 para promover el derecho a la tierra de los campesinos y comunidades indígenas de la región de Catatumbo, Colombia, y a defender su acceso a los recursos naturales. También formaba parte del capítulo Norte Santander del Movimiento de Víctimas de Crímenes de Estado - MOVICE, una organización de derechos humanos del ámbito nacional, que trabaja con víctimas del conflicto armado, monitorea y busca justicia para violaciones a los derechos humanos perpetradas por el Estado y los paramilitares.
El asesinato de Nelly Amaya tuvo lugar tras el de otro integrante de MOVICE, el Sr. Daniel Abril, ocurrido el 13 de noviembre de 2015, en su ciudad natal de Trinidad, departamento de Casanare. Asimismo, recientemente se han difundido panfletos con amenazas contra MOVICE, para poner fin a su tarea legítima y pacífica por los derechos humanos en Colombia.
"Ascamcat manifiesta su preocupación ante estos episodios de violencia en la región, especialmente visto que tienen lugar en medio del proceso de paz entre el gobierno nacional y los grupos rebeldes. Creemos que todos los esfuerzos para alcanzar la paz deben estar orientados hacia respetar y salvar la vida de todos los ciudadanos, apoyar a los líderes y lideresas comunitarios y defensores y defensoras de derechos humanos que están trabajando para que reinen la paz y la justicia social (...) No podremos alcanzar la paz con solo firmar un acuerdo, primero debemos respetar plenamente todos los derechos humanos, de todos los ciudadanos, comenzando por el más importante: la vida", afirma la Asociación Campesina del Catatumbo en su comunicado de prensa, en el que condena el asesinato de Nelly Amaya.
En diciembre de 2015, el gobierno colombiano y el grupo rebelde FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia) firmaron un acuerdo para compensar a las víctimas del conflicto armado, crear una comisión de la verdad y tribunales especiales, investigar los crímenes de guerra y asignar responsabilidades entre los perpetradores. Se trata de un paso importante en el proceso de paz. Las dos partes ya acordaron sobre la restitución de tierras, participación política, tráfico de drogas y justicia transicional. El último punto que quedó para conversar es la desmovilización y desarme de la FARC y -de acuerdo con los negociadores- el acuerdo final podría alcanzarse en Marzo.
A pesar del éxito del proceso de paz, la situación sigue siendo grave: en el 2015, asesinaron a por lo menos 54 defensores y defensoras de derechos humanos, lo que lo ubica en el país del mundo donde más asesinatos dirigidos hubo.
"El gobierno del presidente Juan Manuel Santos condena constantemente estos ataques, pero la falta de investigaciones eficientes implica que rara vez se arresta a los perpetradores. Los asesinatos de DDH siguen porque falta una verdadera voluntad política para detenerlos", dijo Mary Lawlor, directora ejecutiva de Front Line Defenders.
Front Line Defenders condena rotundamente el asesinato de Nelly Amaya, defensora de derechos humanos, que entiende está en relación directa con su labor como defensora en el departamento de Norte Santander. Expresa también su preocupación por la escalada de violencia y las amenazas contra los integrantes de MOVICE y contra defensores/as de derechos humanos en Colombia.
