Ataque en contra de defensores de derechos humanos en Santa Clara de Uchunya
Durante el mes de enero de 2018, se han intensificado la violencia, amenazas e intimidación en contra de la Comunidad Shipibo de Santa Clara de Uchunya, después de que la Corte Nacional dictara una decisión en contra de la empresa de aceite de palma responsable por la apropiación y la deforestación de más de 7000 hectáreas de su territorio ancestral.
La Federación de Comunidades Nativas del Ucayali y Afluentes – FECONAU es una de las federaciones mas antiguas de la Amazonia peruana, la cual representa a más de 30 comunidades nativas pertenecientes a las tribus indígenas Shipibo-Konibo, Asháninka, Isconahua y Aguajum, asentadas en las provincias Coronel Portillo y Padre Abad en la Region de Ucayali de la Amazonia Peruana. La federación trabaja por la defensa de los derechos de los pueblos indígeneas y sus territorios ancestrales.
El 11 de diciembre de 2017, un grupo de defensores de los derechos de los pueblos indígenas y sus tierras ancestrales, pertenecientes a la comunidad de Santa Clara de Uchunya, a la Federación de Comunidades Nativas del Ucayali y Afluentes – FECONAU y al Instituto de Defensa Legal – IDL recibió varios disparos por parte de sujetos desconocidos, cuando exploraban una zona deforestada a media hora del Río Aguaytía.
Durante el mes de enero de 2018, se han intensificado la violencia, amenazas e intimidación en contra de la Comunidad Shipibo de Santa Clara de Uchunya, después de que la Corte Nacional dictara una decisión en contra de la empresa de aceite de palma responsable por la apropiación y la deforestación de más de 7000 hectáreas de su territorio ancestral.
FECONAU es una de las federaciones más antiguas de la Amazonía peruana, la cual representa a más de 30 comunidades nativas pertenecientes a las tribus indígenas Shipibo-Konibo, Asháninka, Isconahua y Aguajum, asentadas en las provincias Coronel Portillo y Padre Abad en la Región de Ucayali de la Amazonía peruana. La federación trabaja por la defensa de los derechos de los pueblos indígenas y sus territorios ancestrales. Los líderes de la Comunidad Shipibo de Santa Clara de Uchunya son miembros de FECONAU.
En el territorio del pueblo Shipibo de la Amazonía peruana, la comunidad de Santa Clara de Uchunya se enfrenta a la devastación de sus ríos y bosques ancestrales. Dicha devastación es ocasionada por la expansión de las plantaciones de aceite de palma. Los líderes de la comunidad de Santa Clara de Uchunya han denunciado la corrupción en el Gobierno Regional de Ucayali y las autoridades municipales en el Distrito de Nueva Requena los cuales han apoyado la expansión de las plantaciones de palma aceitera en la región. Adicionalmente, la Dirección Regional de Agricultura, en lugar de titular las tierras ancestrales de la comunidad, ha obstaculizado la lucha de la comunidad de Santa Clara por el reconocimiento legal de sus tierras tradicionales, y ha seguido emitiendo certificados de posesión a individuos particulares que según la comunidad se han instalado en la zona, bajo el pretexto de ser cultivadores de arroz, para poder participar en el tráfico de tierras.
En la noche del día 5 de enero de 2018, dos personas armadas y encapuchadas llegaron al hogar de un anciano de la comunidad, cuya casa se encuentra cerca de las plantaciones en expansión. Interrogaron entonces a su nuera, que se encontraba sola en la casa, preguntándole si ella era un miembro de la comunidad. Preocupada por su seguridad, ella negó que lo fuera. Los agresores le mostraron entonces una escopeta y le dijeron que estaban buscando a los líderes y miembros de la comunidad porque “estamos dispuestos a matar”. Posteriormente, en la noche del 20 de enero de 2018, varias personas desconocidas y encapuchadas intentaron atacar la misma casa, pero afortunadamente se fueron antes de que alguien pudiera resultar herido. El líder de la comunidad, Carlos Hoyos Soria, describió la realidad que enfrentan las familias en Santa Clara de Uchunya como “amenazas de muerte, disparos directos a quemarropa y constante hostigamiento".
Estos incidentes se producen solo unas semanas después de que invasores de la tierra, que se cree están asociados con las operaciones del aceite de palma, dispararan a una delegación de la comunidad que se encontraba recopilando evidencia de la destrucción de los bosques comunitarios.
Como resultado, un representante de la organización indígena local FECONAU, Edinson Mahua, se salvó por muy poco de recibir una herida muy grave. El señor Hoyos hizo un llamado a la acción por parte de las autoridades locales, pero estas siguen sin garantizar la seguridad de la comunidad, citando el hecho de que si bien los líderes comunitarios reportaron el incidente el día 11 de diciembre al fiscal del distrito de Campo Verde, todavía no han notificado a la policía en Nueva Requena.
Estas últimas amenazas se presentan semanas después de que el Cuarto Juzgado de Investigación Preparatoria Nacional de Lima ordenara la suspensión inmediata de todas las actividades de tala y deforestación por parte de la empresa de aceite de palma que opera en el territorio de Santa Clara de Uchunya, Plantaciones de Pucallpa SAC, conocida en la actualidad como Ocho Sur P SAC. Por un lado, la comunidad acoge con agrado esta decisión judicial, que reafirma una resolución del Ministerio de Agricultura de septiembre 2015, declarando que la empresa se había dedicado a la deforestación ilegal y ordenando la suspensión de sus operaciones. Sin embargo, el señor Hoyos expresó su preocupación de que el mandato judicial “no logró su objetivo”, ya que la empresa Ocho Sur P SAC sigue operando, y enviando fruto de palma de la plantación en camión para su procesamiento posterior.
Front Line Defenders está sumamente preocupado por la intensidad con la que han escalado los ataques y amenazas en contra de los defensores de derechos humanos de la Comunidad Shipibo de Santa Clara de Uchunya. Front Line Defenders urge a las autoridades peruanas a adoptar, de forma inmediata, todas las medidas necesarias para asegurar la seguridad de esta comunidad, así como de los miembros de FECONAU.
El 11 de diciembre de 2017, un grupo de defensores de los derechos de los pueblos indígenas y sus tierras ancestrales, pertenecientes a la comunidad de Santa Clara de Uchunya, a la Federación de Comunidades Nativas del Ucayali y Afluentes – FECONAU y al Instituto de Defensa Legal – IDL recibió varios disparos por parte de sujetos desconocidos, cuando exploraban una zona deforestada a media hora del Río Aguaytía.
Descarga el Llamamiento Urgente (PDF)
FECONAU es una de las federaciones más antiguas de la Amazonia peruana, la cual representa a más de 30 comunidades nativas pertenecientes a las tribus indígenas Shipibo-Konibo, Asháninka, Isconahua y Aguajum, asentadas en las provincias Coronel Portillo y Padre Abad en la Región de Ucayali de la Amazonia peruana. La federación trabaja por la defensa de los derechos de los pueblos indígeneas y sus territorios ancestrales, mientras que, IDL es una organización dedicada a la promoción y protección de los derechos humanos en Perú.
El 11 de diciembre de 2017, un grupo compuesto por 11 miembros pertenecientes a la comunidad de Santa Clara de Uchunya, entre ellos: Carlos Hoyos Soria, James Lozano Sangama, Miguel Fasabi Sinuiri, Iván Flores Rodríguez, así como también Arturo Mori, Edinson Mahua (miembros de FECONAU) y Álvaro Másquez Salvador (miembro de IDL), decidieron explorar uno de los sectores deforestados que forman parte del territorio ancestral de la comunidad de Santa Clara de Uchunya, ubicados a media hora del Río Aguaytía. Algunos informes señalaban la presencia de invasores en esa zona. El grupo conformado por defensores y miembros de la comunidad llegó a un sembradío de plátano, propiedad de Fasabi Sinuri, que fue invadido por traficantes de tierra con el objetivo de obtener la constancia de posesión por parte de la Dirección Regional de Agricultura del Gobierno Regional de Ucayali y así poder reclamar el derecho de propiedad sobre esas tierras.
Caminando entre los cultivos, el grupo vió una casa y decidió acercarse. Edinson Mahua, Arturo Mori, Carlos Hoyos Soria, James Lozano Sangama e Iván Flores Rodríguez encabezaban el grupo, cuando escucharon un disparo y vieron a un hombre cargando una escopeta entre los cultivos. Miembros de la comunidad indentificaron al hombre armado y señalaron su vinculación con la con la empresa de aceite de palma Ocho Sur P. S.A.C., ubicada a 5 kilometros de los cultivos. Segundos después, se ecucharon otros dos disparos, esta vez desde la casa, dirigidos a Edinson Mahua, quien estaba tomando fotos con su teléfono celular. Una de las balas rozó el torso del defensor, causando una lesión leve. Después del incidente, Iván Flores Rodríguez y Arturo Mori fueron hasta la casa para informar a los invasores que la tierra donde se encontraban era propiedad de las comunidades nativas. Sin embargo, los ocupantes aseguraron que ya estaban tramitando la constancia de posesión en la Dirección Regional de Agricultura del Gobierno Regional de Ucayali por 620 hectárias de tierra.
En el territorio del pueblo Shipibo de la Amazonía peruana, la comunidad de Santa Clara de Uchunya se enfrenta a la devastación de sus ríos y bosques ancestrales. Dicha devastación es ocasionada por la expansión de las plantaciones de aceite de palma. Existe un patrón de apropiación, los invasores obtienen la constancia de posesión de la tierra por parte de la Dirección Regional de Agricultura del Gobierno Regional de Ucayali y luego venden dichas tierras a la empresa de acite de palma Ocho Sur P. S.A.C. El estilo de vida y seguridad de la comunidad de Santa Clara de Uchunya se ve amenazado cada vez más. Fasabi Sinuiri, Rodit Guerra Tenazoa y Huber Flores Rodríguez son más vulnerables, ya que viven más cerca de la companía de aceite de palma.
Desde agosto de 2015, más de 5000 hectárias de tierra han sido apropiadas y deforestadas por compañias de aceite de palma. Líderes idígenas y miembros de estas comunidades que protestan en contra de dichas actividades, enfrentan amenazas de muerte e intimidación por parte de las empresas de aceite de palma. A pesar de la orden des supención de actividades que dictó el Ministerio de Agricultura, las actividades de empresas de aceite de palma no han cesado. Defensoras y defensores de derechos humanos en Perú han denunciado la falta de consulta previa a los pueblos indígenas y la apropiación de territorios ancestrales, así como la afectación al medio ambiente y el estilo de vida de las comunidades locales. Las protestas en las localidades afectadas han sido fuertemente reprimidas por parte de la policía y el Ejécito del Estado peruano, haciendo uso excesivo de la fuerza. Las defensoras y los defensores en Perú que trabajan por la defensa de los pueblos indígenas y comunidades campesinas son criminalizados, objeto de ataques, brutalidad policial, difamasión y vigilancia.
Front Line Defenders está profundamente preocupado por los riesgos que enfrentan diariamente las defensoras y los defensores de derechos humanos para llevar a cabo su trabajo en Perú.