Guatemala: Recordando a Adolfo Ich Chamán
El 27 de septiembre de 2009, el defensor de derechos humanos Adolfo Ich Chamán fue brutalmente asesinado. Siete años después, su esposa Angélica Choc sigue luchando por encontrar la justicia.
Adolfo era un respetado líder de la comunidad maya Q’eqchi’ y el presidente de la Comunidad de La Unión en la región de El Estor de Guatemala. Antes de ser asesinado, Adolfo lideró la lucha de su comunidad contra una empresa minera canadiense que estaba destruyendo sus tierras. Denunció las violaciones de derechos humanos cometidas por la empresa y el impacto negativo de la mina en su comunidad.
A primera hora de la tarde del 27 de septiembre de 2009, Adolfo fue a uno de los edificios cercanos a la mina. Escuchó varios disparos y quería asegurarse de que la violencia entre los manifestantes y los guardias de seguridad no escalara. No llevaba armas. Cuando llegó allí, un grupo de hombres que trabajaban como guardias de seguridad de la mina lo agredieron a golpe de machete y le dispararon en la cabeza. Murió a causa de las heridas.
El mismo día, el personal de seguridad que trabajaba en la mina disparó a corta distancia a otro miembro de la comunidad, German Chub Choc. Sobrevivió al ataque, pero sufrió heridas que pusieron en peligro su vida y ahora está paralítico.
Tras el asesinato de su esposo y la agresión contra German Chub Choc, Angélica Choc junto con otros 12 demandantes buscó justicia ante un tribunal canadiense. Demandaron a la empresa minera HudBay Minerals Inc. y a dos de sus subsidiarias, HMI Nickel Inc. y Compañía Guatemalteca de Níquel S.A, por la muerte de su esposo. El caso sigue abierto, pero su presencia en el sistema de justicia canadiense ya ha sentado un precendente importante. En el pasado, los tribunales canadienses solo aceptaban casos relacionados con las propias empresas canadienses y no con sus subsidiarias locales. Por tanto, las empresas canadienses solían ser capaces de librarse de la culpa por crímenes cometidos por sus subsidiarias guatemaltecas. Esto ya no es posible.
Según los abogados canadienses que están trabajando el caso, las empresas mineras "se han referido repetidamente a estos demandantes de tierras como ocupas o invasores, y hasta la fecha se han negado a reconocer o admitir las demandas de los mayas Q'eqchi de la tierra". El conflicto en la región de El Estor se remonta al 2006, cuando las comunidades mayas Q'eqchi comenzaron a reclamar sus tierras. Los/as integrantes de la comunidad comenzaron a reocupar sus territorios ancestrales, tierras de las que habían sido desalojados violentamente durante la guerra civil desde 1960 a 1996. A finales de 2006, la empresa minera HMI Nickel (en aquel momento llamada Skye Resources) pidió a la policía local desalojar a las comunidades indígenas. Fuerzas de seguridad privadas y policías guatemaltecos quemaron cientos de casas, atacaron a los aldeanos y violaron a mujeres en la comunidad de Lote Ocho.
Asimismo, en marzo de 2015 Angélica inició un juicio penal de alto perfil en Guatemala contra el ex jefe de seguridad de la empresa minera, Mynor Padilla, y también agente jubilado del ejército guatemalteco.
Debido al papel que ha desempeñado en la denuncia contra los abusos cometidos por la empresa minera, Angélica Choc ha sido objeto de ataques, amenazas e intimidación. En el último ataque que tuvo lugar el 17 de septiembre de 2016, dispararon cuatro tiros fuera de su casa mientras ella y sus dos hijos estaban durmiendo.
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Los continuos actos de hostigamiento e intimidación contra Angélica no la detienen. Una semana después del último ataque, celebró una ceremonia para conmemorar la vida, el trabajo y el asesinato de su esposo, y para enviar un mensaje claro a los que siguen aterrorizando a su comunidad: seguirá luchando por la justicia.