Defensores/as LGBTI en Honduras: doblemente en riesgo
La noche del 24 de enero de 2016, Paola Barraza escuchó cómo le llamaban desde fuera de su domicilio. Cuando abrió la puerta, un grupo de hombres le disparó cinco tiros: murió poco después, consecuencia de las heridas sufridas.
Paola Barraza era una mujer trans e integrante de Arcoiris, una organización que trabaja para la comunidad de personas lesbianas, gay, trans, bisexuales y intersexuales (LGBTI) en Honduras. Este no fue el primer ataque del que fue objeto: en agosto de 2015, sufrió otro intento de asesinato por parte de personas no identificadas: recibió varios disparos y quedó gravemente herida.
En los últimos ocho meses,seis integrantes de Arco Iris han sido asesinados en Honduras. Tal como informa el reporte de PBI, integrantes de la asociación han sufrido 12 ataques físicos desde julio de 2015 a enero de 2016. Algunos miembros de su personal tuvieron que salir del país a causa de las amenazas que recibieron.
Los ataques contra Arco Iris reflejan el incremento del número de asesinados dirigidos contra defensores/as LGBTI en ese país. "Allá donde vamos somos discriminados y despreciados", dijo Nahomy Orero, quien defiende los derechos LGBT, en el Irish Times . "Somos objeto de hostigamiento, amenazas, ataques de odio, violaciones, golpizas brutales y otras formas de tortura, muchas de las cuales fueron cometidas por funcionarios policiales y otros agentes de la seguridad pública".
La labor de los/as defensores/as de derechos humanos en Honduras es fundamental: investigan, informan, publican y buscan justicia en los casos de violaciones contra su comunidad que, de otra manera, quedarían sin denuncia ni castigo, y al hacerlo recuerdan tanto a los perpetradores como a las víctimas que la impunidad no puede continuar. Los/as DDH que trabajan por los derechos de la comunidad LGBTI se enfrentan a graves obstáculos, dado que la violencia extrema persiste en contra de las personas LGBTI en Honduras.
De acuerdo con José Zambrano, un defensor de derechos humanos hondureño, más de 200 integrantes de la comunidad LGBTI fueron asesinados en el país entre el 2008 y el 2015. De estos, muchos eran defensores/as LGBTI, que son doblemente discriminados: tanto su identidad sexual o de género como su trabajo en defensa de los derechos humanos les pone en riesgo.
El 18 de septiembre de 2015, la Sra. Gloria Carolina Hernández Vásquez, poetisa y defensora de derechos de personas LGBTI, también conocida como Génesis Hernández, fue secuestrada y llevada a las afueras de Tegucigalpa, donde fue asesinada. Los testigos informaron de que los asesinos abusaron de ella verbalmente respecto de su orientación sexual antes de dispararle dos veces en la cabeza.
En su poesía, Génesis escribía sobre los derechos sexuales de las mujeres, incluyendo lesbianas y bisexuales, como una forma de dar visibilidad a estos temas. También participó en varias marchas por los derechos LGBTI y se vio forzada a dejar su domicilio y reubicarse por las amenazas que estaba recibiendo.
El 6 de septiembre de 2015, dos semanas después del asesinato de Génesis, fue asesinado el Sr. Jorge Alberto Castillo. Le apedrearon hasta matarlo en las cercanías de su hogar en El Manchén, Tegucigalpa. Tanto Jorge como Génesis colaboraban con Asociación por una Vida Mejor - APUVIMEH, que trabaja con la comunidad lesbiana, gay, bisexual, transgénero e intersexual y personas afectadas por el VIH/SIDA en Honduras. Jorge era miembro fundador de la Casa Renacer, un refugio para personas con VIH/SIDA y fue una de las primeras personas en reivindicar públicamente los derechos LGBTI en Honduras.
En el verano del 2015, los/as defensores/as de derechos LGBTI Angy Ferreira, Juan Carlos Cruz Andara y Violeta Rivastambién fueron asesinados.
Estos asesinatos siguen un patrón de intimidación contra integrantes de la comunidad LGBTI de Honduras. El 11 de octubre de 2015, el Sr. Francisco Mencia, abogado de derechos humanos y asesor legal de APUVIMEH, fue atacado cerca de su hogar en Tegucigalpa y dado por muerto. En el verano del 2015, la directora de APUVIMEH, Sra. Sandra Zambrano y otros miembros del personal de la organización fueron intimidados por la policía. Funcionarios de seguridad los llevaron a la estación de policía, donde los forzaron a dejar por escrito que se habían estado borrachos en público, a pesar de que ninguno de ellos había bebido. El grupo quedó retenido durante un día completo: no se les permitió hacer una llamada telefónico ni tuvieron acceso a agua o alimentos, tampoco se les leyeron sus derechos ni informaron de las razones de la detención.
"Estos incidentes de seguridad muestran la violencia endémica que enfrentan las organizaciones LGBT de Honduras, que afecta seriamente su labor y reduce el espacio necesario para la defensa de los derechos humanos", afirma PBI Honduras.
Front Line Defenders manifiesta su firme condena ante los asesinatos de defensores y defensoras de derechos humanos de personas LGBTI en Honduras, a la vez que expresa su honda preocupación por el clima de violencia extrema a la que hacen frente las organizaciones LGBTI.
Actualización: el 18 de Febrero 2016, la delegación de la UE en Honduras expresó su preocupación con situación difícil de la comunidad LGBTI en Honduras.