Delegación internacional y nacional que conmemoraba a Berta Cáceres es atacada por manifestantes a favor de la empresa
El 15 de abril de 2016, durante la marcha de cierre de un encuentro internacional de tres días que había sido organizado para celebrar la vida y obra de la defensora de derechos humanos Berta Cáceres, asesinada en Honduras - las y los manifestantes fueron atacados violentamente. Quienes participaban en el encuentro "Berta Cáceres Vive" (Encuentro Internacional de los Pueblos "Berta Cáceres Vive") exigían justicia por el asesinato de Berta y expresaban su solidaridad con el COPINH (Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras), la organización que la defensora de derechos humanos fundó en 1993.
Participantes de Honduras y una delegación internacional se dirigieron al pueblo de San Francisco de Ojuera, oeste de Honduras, y marcharon hacia el río Gualcarque, lugar sagrado para el pueblo indígena lenca y donde se llevaría a cabo una ceremonia.=
La Coordinadora de Protección para las Américas de Front Line Defenders, Ivi Oliveira, quien representó a la organización en el encuentro internacional, informó que:
Antes de empezar a caminar hacia el río, fuimos sorprendidos por un grupo de unas 25-30 personas, varias de ellas con machetes y piedras en manos. Llevaban unos carteles que decían "Vienen a nuestra casa sin ser invitados" y "No queremos que violen nuestro derecho al desarrollo". Gritaban que nos fuéramos de allí ("fuera gringos", "fuera españoles") y amenazaban a las y los manifestantes. Se escucharon amenazas específicas contra el nuevo coordinador del COPINH, el dirigente lenca Tomás Gómez.
Al final de la ceremonia en el río, cuando los primeros manifestantes regresaban hacia los autobuses, el mismo grupo de personas les atacó, usando machetes y tirando piedras. Al menos nueve personas resultaron heridas.
La policía estaba presente en el lugar durante los dos incidentes, pero falló en prevenir y efectivamente detener los ataques físicos contra los manifestantes pacíficos. Algunos miembros de la caravana escucharon referencias directas al asesinato de Berta Cáceres e informaron que los atacantes destruyeron una gran manta roja con su imagen.
Berta y el COPINH lucharon incansablemente para detener la construcción del proyecto hidroeléctrico Agua Zarca en la cuenca del río Gualcarque, ya que las presas tenían el potencial de destruir los medios de vida de las comunidades locales y su acceso al agua.
De acuerdo con el COPINH, los atacantes están vinculados a Desarrollos Energéticos S.A. (DESA), la empresa privada hondureña de energía que está detrás del proyecto Agua Zarca. Algunos de los atacantes fueron identificados como sicarios que habían amenazado previamente a Berta y a integrantes del COPINH, y quienes habían sido detenidos en 2015 por portar armas de fuego de alto calibre.
Antes del encuentro, el 12 de abril, la compañía hidroeléctrica publicó un comunicado solicitando a los miembros del COPINH y sus aliados a "ser prudentes" durante su próxima manifestación y "que prevalezca el sentido común". También instaron a la policía a proteger los equipos de la compañía y acusaron el COPINH y sus aliados de actos vandálicos.
Sólo dos días después de ese incidente, el 17 de abril de 2016, la “Delegación Canadá Honduras por Justicia, Tierra y Vida" - que incluye a los líderes, abogados, defensores de derechos humanos y activistas solidarios de Canadá y las Primeras Naciones - se dirigió a la mina San Andrés en La Unión, Copán, oeste de Honduras. La mina de oro a cielo abierto es propiedad de Minerales de Occidente, una subsidiaria de la minera Aura Minerals, con sede en Toronto, y ha recibido fuerte oposición por parte de la comunidad local.
A medida que la delegación canadiense se acercaba a la ciudad de Azacualpa, un grupo de unos 180 trabajadores de la mina - algunos de ellos armados con machetes, palos y piedras - bloqueó la vía pública. Jen Moore, Coordinadora del Programa para América Latina de Mining Watch, informó que la policía estaba presente pero en un principio no actuó. La delegación fue posteriormente notificada que podría viajar con seguridad a la comunidad y la policía logró disipar la multitud. Mining Watch y las otras ONG de la delegación, sin embargo, han expresado su gran preocupación por este tipo de intimidación.
El ataque sufrido el 15 de abril no es nuevo para el pueblo Lenca y no es un hecho aislado - se produjo en el mismo lugar de otra contra-protesta similar, llevada a cabo en febrero, en la que se profirieron amenazas de muerte contra Berta. Ella fue asesinada menos de dos semanas después de ese incidente.
Ivi Oliveira recordó que:
La delegación internacional fue testigo de lo que el pueblo lenca sufre diariamente y es por sus vidas que estamos más preocupados, personas que siguen en la región defendiendo sus derechos.
El COPINH y la familia de Berta han solicitado una investigación internacional independiente sobre su asesinato, liderada por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, puesto que hay serias y creíbles dudas en cuanto a la capacidad de la policía de Honduras de realizar la investigación, así como dudas sobre el conocimiento y la posible participación del gobierno en el asesinato de la lideresa indígena ganadora del Premio Goldman 2015.
Front Line Defenders se suma a la familia de Berta y a los integrantes del COPINH en ese llamado, y le recuerda al Gobierno de Honduras que cualquier investigación sobre el asesinato de Berta tiene que tomar en consideración su labor de defensa de los derechos humanos, así como las al menos 33 amenazas conocidas que había recibido por llevar a cabo esa labor.
Front Line Defenders expresa su profunda preocupación por los continuos ataques en Honduras, los cuales representan un patrón de intimidaciones y asesinatos de defensores y defensoras de los derechos territoriales y al medio ambiente. Front Line Defenders condenan enérgicamente los ataques, las amenazas y la intimidación contra los miembros del COPINH y sus aliados, los cuales se han intensificado tras el asesinato de Berta Cáceres. También expresa su grave preocupación por la falta de una investigación independiente sobre el asesinato de Berta Cáceres y de otros miembros del COPINH e insta a las autoridades de Honduras a proporcionar una protección efectiva a todos los defensores y defensoras de derechos humanos en el país.