Helena Maleno
"We cannot create a precedent whereby those who protect people have police investigations mounted against them. We cannot open the door to the idea that people who call to save people from drowning at sea should be imprisoned."
"Hermanas y hermanos de los pueblos en movimiento: ¡hemos ganado! La Justicia marroquí ha archivado la causa penal contra mí. Estoy inmensamente feliz porque se ha hecho justicia en el que también es mi país, Marruecos. Quiero compartir esta victoria con todas vosotras. ¡Hoy gana el Derecho a la Vida y ganamos todos y todas!".
Helena Maleno es periodista e investigadora y vive en Marruecos desde hace 18 años, desde donde denuncia violaciones de derechos humanos en la Frontera Sur y trabaja con las comunidades migrantes en la defensa de sus derechos. Helena utiliza diariamente sus redes y las redes sociales para alertar y buscar embarcaciones en peligro de naufragio y facilitar las operaciones de los servicios de rescate marítimo. Es experta en migración y trata de personas, particularmente en los derechos de las mujeres y la infancia. Su labor de defensa de los derechos humanos ha sido reconocida a nivel internacional y ha recibido varios premios, entre ellos el premio de derechos humanos «Nacho de la Mata» (2015) concedido por el Consejo General de la Abogacía Española, el premio de derechos humanos de la Asociación Pro Derechos Humanos de España (2018), el Séan MacBride por la Paz (2018), concedido por el International Peace Bureau y el Premio Fonseca Pimentel (2019). La criminalización de Helena Maleno en Marruecos ha sido denunciada por varios expertos de las Naciones Unidas, entre ellos por el Relator Especial de la ONU sobre la situación de los defensores/as de derechos humanos y la Relatora Especial de la ONU sobre ejecuciones extrajudiciales, sumarias o arbitrarias. Helena es integrante y fundadora de Caminando Fronteras, un colectivo que ha trabajado en la protección de los derechos de las personas migrantes los últimos 16 años.
La situación de las y los defensores de derechos humanos que trabajan en temas relacionados con personas migrantes y refugiadas se han vuelto más difíciles en los últimos años. En 2015, el gobierno español otorgó a la policía de fronteras la autoridad para ejecutar expulsiones sumarias de migrantes de Ceuta y Melilla a Marruecos. Esto permitió a las autoridades devolver a unos 100 migrantes a Marruecos después de cruzar la frontera de Ceuta española sin verificar si eran elegibles para el asilo. La ley no fue modificada a pesar de una decisión del Tribunal Europeo de Derechos Humanos que condena esta práctica.
