#India
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Los defensores y defensoras de derechos humanos de India enfrentan un diverso abanico de ataques y hostigamiento por desarrollar su tarea, entre ellos asesinato, tortura y maltrato, desaparición forzada, detención arbitraria, campañas de difamación y hostigamiento judicial. Quienes defienden los derechos de las comunidades marginadas son tomados como blanco por actores estatales y no estatales. Los grupos armados y las compañías privadas también se cuentan entre quienes llevan a cabo ataques contra los/as DDH y líderes comunitarios por su tarea relacionada con proyectos de desarrollo económico y su efecto sobre las comunidades locales o el ambiente. Los/as DDH también han sido etiquetados como "insurgentes" o "naxalitas" (maoístas), en un intento por desacreditar su trabajo y justificar que se los tome como blanco de agresiones.
Aquellos/as DDH que aplican la Ley de Derecho a la Información (Right to Information Act), han sido tomados/as como blanco de ataques físicos. Por lo menos dos DDH fueron asesinados en el 2012 como consecuencia de su labor en materia de acceso a la información. En las áreas rurales, las mujeres defensoras (MDDH) son especialmente vulnerables, especialmente allí donde existe una fuerte presencia del ejército y de grupos armados. Los/as defensores/as de los derechos de los dalit se enfrentan a amenazas de muerte, la destrucción de sus propiedades, acusaciones fabricadas, ataques físicos e insultos y discriminación fundada en el sistema de castas.
A menudo quienes ejercen violencia contra los/as DDH son funcionarios policiales, haciendo gala de impunidad. Si bien existen organismos de derechos humanos en los ámbitos nacional y estatal, los/as DDH han expresado sus fuertes críticas hacia la tarea que desarrollan y su efectividad. Las investigaciones que lleva a cabo la Comisión Nacional de Derechos Humanos y la Comisión Estatal de Derechos Humanos son habitualmente inadecuadas o llegan con grandes demoras.