#Hungría
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Los últimos acontecimientos de la política de estado húngara respecto de las organizaciones no gubernamentales independientes (ONG) produjeron preocupación. Las ONG fueron tildadas de agentes de "influencia foránea", acusados de estar motivadas políticamente y se han allanado sus oficinas. Desde el 2010, cuando el gobernante Partido Fidesz llegó al poder, las autoridades tomaron medidas progresivas para limitar el espacio de la sociedad civil y los medios de comunicación independencia, y alterar el sistema constitucional de controles y balances a favor del ejecutivo. Los grupos de extrema derecha han tomado como blanco y amenazado a defensores/as de derechos humanos.
En marzo de 2013, se aprobaron reformas a la Constitución que limitan la autoridad de la Corte Constitucional, como respuesta a los dictámenes de esta corte contra varias leyes que con respaldo del gobierno criminalizan a quienes no tienen hogar, hacen obligatoria la inscripción de votantes y limitan la libertad religiosa. Poco después, las leyes que la Corte había declarado inconstitucionales fueron reintroducidas.
La reciente represión sobre las ONG independientes comenzó en agosto de 2013, cuando un vocero del partido gobernante declaró que las "ONG falsas" reciben fondos del exterior para minar al gobierno. Desde junio de 2014, aproximadamente sesenta ONG debieron presentar documentación para la "auditoría independiente" del gobierno. Entre los grupos que el gobierno tiene en la mira se cuentan los que defienden los derechos civiles, los derechos de las mujeres y quienes luchan contra la corrupción.