Asesinado Randy Felix Malayao, defensor de los derechos humanos y de la paz
El 30 de enero de 2019, Randy Felix Malayao, defensor de los derechos humanos y de la paz del Frente Democrático Nacional de Filipinas (NDFP, por sus siglas en inglés), fue asesinado a tiros mientras dormía en un autobús en Aritao, Nueva Vizcaya.
Randy Felix Malayao fue un defensor de los derechos humanos y de la paz. Desde 2008, trabajó como asesor sobre reformas políticas y constitucionales para el NDFP, una coalición de grupos que desde hace mucho tiempo participa en negociaciones de paz con el gobierno de Filipinas. También participó en las conversaciones de paz en Europa en 2016, como portavoz durante las negociaciones formales. Además de su trabajo con el NDFP, Randy Felix Malayao también estuvo en el consejo de administración de la organización de derechos humanos, Samahan ng mga Ex-Detainees Laban sa Detensyon at Aresto (SELDA)-Northern Luzon, el actual vicepresidente de la coalición de Makabayan y un activista activo contra las violaciones de derechos humanos cometidas por los militares en el valle de Cagayan.
El 30 de enero de 2019, Randy Felix Malayao, defensor de los derechos humanos y de la paz del Frente Democrático Nacional de Filipinas (NDFP, por sus siglas en inglés), fue asesinado a tiros mientras dormía en un autobús en Aritao, Nueva Vizcaya.
Randy Felix Malayao fue un defensor de los derechos humanos y de la paz. Desde 2008, trabajó como asesor sobre reformas políticas y constitucionales para el NDFP, una coalición de grupos que desde hace mucho tiempo participa en negociaciones de paz con el gobierno de Filipinas. También participó en las conversaciones de paz en Europa en 2016, como portavoz durante las negociaciones formales. Además de su trabajo con el NDFP, Randy Felix Malayao también estuvo en el consejo de administración de la organización de derechos humanos, Samahan ng mga Ex-Detainees Laban sa Detensyon at Aresto (SELDA)-Northern Luzon, el actual vicepresidente de la coalición de Makabayan y un activista activo contra las violaciones de derechos humanos cometidas por los militares en el valle de Cagayan.
Alrededor de las 2 am del 30 de enero de 2019, Randy Felix Malayao recibió dos disparos por parte de una persona no identificada cuando el autobús de pasajeros con destino a Isabela en el que viajaba a casa hizo una parada en Aritao, Neuva Vizcaya. Según los informes, el hombre armado subió al autobús mientras estaba estacionado en el restaurante CCQ y abandonó la escena en una moto Yamaha Mio negra con otro conductor. Randy Felix Malayao estaba dormido en ese momento y murió en el acto.
Tras la muerte del defensor de derechos humanos, su trabajo y su reputación fueron atacados por un montón de denuncias infundadas de la Policía Nacional de Filipinas (PNP). Alegaron que Randy Felix Malayao era un oficial de alto rango del Partido Comunista de Filipinas (CPP), que malversó fondos del "Partido" y extorsionó a la gente, y que se había fugado con otro activista que ya estaba casado. La familia de Randy Felix Malayao denunció estas acusaciones. Cristina Palabay, secretaria general de la ONG filipina Karapatan, también denunció las acusaciones de la PNP y reiteró que Randy Felix Malayao no era miembro del CPP.
Antes de su muerte, como consecuencia de su labor de defensa de derechos humanos, Randy Felix Malayao había sido perseguido por presuntos miembros militares; secuestrado y torturado por adversarios políticos; pasó cuatro años en prisión enfrentándose a cargos infundados por motivos políticos y formaba parte de una lista de 650 personas calificadas de terroristas por la Administración Duterte en la petición de prohibición emitida por el ministerio de Justicia en febrero de 2018. Supuestamente, la eventual eliminación de su nombre de esta lista en enero de 2019 por el Tribunal de Primera Instancia de Manila proporcionó a Randy Felix Malayao un ambiente más seguro para llevar a cabo su trabajo, pero su asesinato demuestra que no fue así.
Front Line Defenders condena enérgicamente el asesinato de Randy Felix Malayao, que cree que estuvo motivado únicamente por sus actividades legítimas y pacíficas de defensa de los derechos humanos y del proceso de paz en Filipinas.