Historia del Caso: René Martínez
El viernes 3 de junio de 2016, fue hallado el cuerpo de René Martínez, defensor de derechos LGBTI en San Pedro Sula, Honduras. René estaba desaparecido desde el 1 de junio, el cuerpo presentaba muestras de haber sido asesinado brutalmente. El defensor acababa de regresar a su hogar desde su trabajo cuando los atacantes lo tomaron por la fuerza y lo introdujeron por la fuerza dentro de un vehículo. Sus familiares alertaron a la policía de inmediato, pero llevó 48 horas en encontrar su cuerpo en otro vecindario.
René Martínez, 40, fue presidente de la Comunidad Gay Sampedrana, un grupo de incidencia LGBT con base en San Pedro Sula, que trabaja en toda la zona norte de Honduras. También dirigió un centro de extensión en Chamelecón a través de Youth Alliance Honduras, organización que forma parte del programa contra la violencia que ayudó a desarrollar la Agencia de Desarrollo Internacional de los EE.UU.
El viernes 3 de junio de 2016, fue hallado el cuerpo de René Martínez, defensor de derechos LGBTI en San Pedro Sula, Honduras. René estaba desaparecido desde el 1 de junio, el cuerpo presentaba muestras de haber sido asesinado brutalmente. El defensor acababa de regresar a su hogar desde su trabajo cuando los atacantes lo abordaron e introdujeron por la fuerza dentro de un vehículo. Sus familiares alertaron a la policía de inmediato, pero pasaron 48 horas hasta que encontraron su cuerpo en otro vecindario.
René trabajaba como empleado municipal en los programas de extensión contra la violencia. Presidía la Comunidad Gay Sampedrana, un grupo de incidencia con base en San Pedro Sula que trabaja en la zona norte de Honduras. También dirigía un centro de extensión en Chamelecón, a través de Youth Alliance Honduras, una organización que forma parte de un programa contra la violencia.
Stavros Lambrinids, Representante Especial de Derechos Humanos de la UE estaba desarrollando una misión en Honduras cuando se produjo el asesinato. Durante una visita de pésame a la oficina de la organización líder de derechos LGBTI “Arcoiris”, Stavros declaró: “La UE no solicita derechos especiales para las personas LGBTI. Está solicitando que todos los derechos humanos se apliquen también a las personas LGBTI, cosa que hoy no ocurre. En Honduras existe una tremenda situación de violencia y asesinatos que permanece impune desde hace años. Esto debe cambiar. Confiamos en que nuestra presencia aquí y el aliento al gobierno para que esta impunidad termine y que las personas LGBTI sientan que Honduras es un lugar hospitalario, tal como merecen, y que tienen derecho a esperar según el derecho internacional.”
En una declaración realizada en marzo de 2016, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) “condenó los asesinatos de defensores de derechos humanos de personas lesbianas, gay, bisexuales y trans (LGBT) que tuvieron lugar en los últimos meses en Honduras. La CIDH a adoptar medidas específicas para abordar de manera específica el patrón de violencia existente contra defensores de los derechos humanos de las personas LGBT”. En abril, el Parlamento Europeo “expresó su profunda preocupación ante el clima de violencia extrema contra personas y activistas LGBTI y llamó a que se tomen medidas para atender la situación”. La destacó que “El Patrón de violencia ha empeorado visiblemente después del golpe de estado del 2009. Desde entonces, fueron asesinadas 222 personas LGBTI, entre ellas muchos defensores/as”.
Entre junio de 2015 y enero del 2016, fueron asesinados seis integrantes de Arcoiris, y muchos otros fueron sometidos a ataques físicos, intimidación y amenazas.
En respuesta a este último asesinato de un defensor de derechos humanos en Honduras, Ivi Oliveira, Coordinadora de protección para América de Front Line Defenders, afirmó: “Continuando con el clamor internacional por los asesinatos de Berta Cáceres, Nelson García y Paola Barraza, ocurridos entre febrero y mayo de 2016, esperábamos que el gobierno de Honduras finalmente fuera presionado para actuar y poner fin al clima de impunidad que hace que Honduras sea uno de los países más peligrosos donde defender los derechos humanos. En lugar de esto, el gobierno habla mucho y hace muy poco, la situación se sigue deteriorando e integrantes de la comunidad LGBTI continúa siendo uno de los principales blancos de esta violencia feroz. El gobierno de Honduras debe tomar acciones urgentes para detener la marea de violencia, llevar a los perpetradores ante la justicia, pero –por sobre todo- a tomar acciones significativas para proteger las vidas de los/as defensores/as de derechos humanos”.