Emboscada contra hijo de la defensora de derechos humanos Francisca Ramírez

El 23 de abril de 2017, Maynor López, hijo de la defensora de derechos humanos Francisca Ramírez, fue emboscado mientras se dirigía desde La Fonseca a San Isidro, en Nicaragua.

Francisca Ramírez es la Coordinadora del Consejo por la Defensa de la Tierra, Lago y Soberanía, un movimiento social que se opone a la construcción de un canal inter-oceánico financiado por la companía HKND Group, con sede en Hong Kong. El mega-proyecto desplazaría a miles de campesinos y comunidades indígenas en lugares tales como Nueva Guinea y la Región Autónoma del Atlántico Sur (RAAS), sin respetar su derecho al consentimiento previo, libre e informado. El objetivo principal del Consejo es la derogación de la Ley 840, la cual otorga una concesión de cien años a HKND Group sobre la ruta del canal. Francisca Ramírez, originaria de La Fonseca, Nueva Guinea, ha sido intimidada y detenida arbitrariamente, y  su familia ha sido agredida en represalia a su activismo.

El 23 de abril de 2017, alrededor de las 4 de la tarde, Maynor López, hijo de Francisca Ramírez, fue emboscado mientras conducía su moto desde La Fonseca a San Isidro. A lo largo de la ruta, una trampa había sido colocada contra el hijo de la defensora: unl alambre de púas fue tendido entre dos postes en lados opuestos de la carretera. Como resultado del choque contra el alambre de púas, Maynor López fue arrojado de su motocicleta y herido. Después del incidente, Francisca López llamó a la policía para denunciar la emboscada, pero no se presentaron en el lugar para investigar la situación.

El incidente ha tenido lugar un día después de que la policía impidiese la realización una marcha en Juigalpa, Chontales, contra el canal inter-oceánico. En una entrevista a la Radio Corporación, Francisca Ramírez afirmó que el ataque estaba directamente vinculado a su trabajo contra de la Ley 840. No es la primera vez que la familia de la defensora de derechos humanos es atacada. El 12 de octubre de 2016, la hija de Francisca Ramírez, Gleydin López, fue víctima de un intento de secuestro.

El 1 de diciembre de 2016, Front Line Defenders informó sobre la confiscación de dos camiones pertenecientes a Francisca Ramírez por parte de la Policía Nacional. Los vehículos fueron capturados ostensiblemente en represalia por su liderazgo en una gran movilización de pequeños agricultores y pueblos indígenas que se oponían a la construcción del canal inter-oceánico.

Francisca Ramírez es una de las finalistas del Premio Front Line Defenders para Defensores/as de Derechos Humanos en Riesgo 2017. El Premio Front Line Defenders se entrega anualmente a una persona defensora de derechos humanos que, a menudo arriesgando su propia seguridad, ha contribuido de manera excepcional a la protección y promoción de los derechos de su comunidad.

En Nicaragua, las personas defensoras de derechos humanos han sido objeto constante de amenazas de muerte y ataques violentos, incluidos asesinatos, que a menudo quedan impunes. No sólo el gobierno no ofrece protección alguna, sino que en muchos casos los funcionarios gubernamentales están involucrados en las violaciones mismas. Front Line Defenders ya ha expresado previamente su preocupación por el hostigamiento, amenazas, intimidación e incautación ilegal de bienes en los casos de Vilma Nuñez de Escorcia y Lottie Cunningham Wren.

Front Line Defenders expresa su preocupación por la emboscada contra Maynor López, hijo de Francisca Ramírez, que parece ser una represalia a su legítimo trabajo en defensa de los derechos humanos.

Front Line Defenders insta a las autoridades de Nicaragua a:

1. Iniciar una investigación inmediata, exhaustiva e imparcial sobre la emboscada contra Maynor López, hijo de Francisca Ramírez, con el fin de identificar a los responsables, llevarlos ante un tribunal competente e imparcial, y aplicarles las sanciones previstas por la ley.

2. Tomar todas las medidas necesarias, en consulta con las personas defensoras, para garantizar la seguridad e integridad física y psicológica de Francisca Ramírez y su família.

3. Garantizar en todas las circunstancias que todos los defensores y defensoras de derechos humanos en Nicaragua puedan llevar a cabo sus actividades legítimas de derechos humanos sin temor a represalias y libres de todas las restricciones, incluyendo el acoso judicial.