Crisis de Confianza en el Sistema Legal en Colombia
Desde hace más de 30 años, David Ravelo Crespo exige justicia para las víctimas de asesinatos extrajudiciales, desplazamientos forzados y corrupción del gobierno en Colombia. Obtuvo evidencia que implica al expresidente Uribe en las actividades de los escuadrones de la muerte de la derecha y -por ello- fue tomado como blanco. David fue detenido por un delito que no cometió y acusado de asesinato; actualmente -tras un juicio parcial- cumple una condena a 18 años y tres meses de cárcel por acusaciones fabricadas.
El caso contra David Rabelo Crespo está lleno de vicios y la evidencia en su contra está tan contaminada que es insostenible. David fue acusado de ser el "cerebro" en el asesinato de un funcionario local de Barrancabermeja en 1991. Sin embargo, el juicio está plagado de irregularidades que dan lugar a cuestionar la integridad del proceso.
En principio, el principal fiscal en el juicio fue forzado a renunciar por una situación previa ocurrida cuando era funcionario policial debido a su participación en la desaparición forzada de un joven en 1991. Según la legislación colombiana, esto descalifica automáticamente a una persona para el ejercicio de cualquier puesto en el futuro en la fiscalía. Tan solo por este hecho deberían haber descartado el caso contra David y ordenado un nuevo juicio.
ACTÚA EN FAVOR DE DAVID RABELO CRESPO
A pesar de que las acusaciones contra David claramente tienen motivaciones políticas y el procedimiento del caso estaba viciado, la evidencia contra él fue completamente desacreditado. Un testigo de la defensa dio testimonio de que algunos de los testigos de la fiscalía había intentado sobornarlo para que confirme las acusaciones contra el defensor de derechos humanos. Además, testigos de la fiscalía brindaron evidencia contradictoria y evidencia que luego se probó era falsa.
La principal evidencia contra David fue ofrecida por Mario Jaimes Mejías, conocido como "El Panadero", ex integrante de un grupo paramilitar. En marzo de 1999, la corte provincial declaró a Mario Jaimes Mejías culpable de haber participado en dos masacres de paramilitares que tuvieron lugar en Barrancabermeja el 16 de mayo de 1998 y el 28 de febrero de 1999. Según la Ley de justicia y paz, los exparamilitares pueden obtener reducciones en sus sentencias a prisión a cambio de confesiones sobre su participación en acciones paramilitares. Invocando esta legislación, y en un intento para reducir su sentencia a 40 años de cárcel, Mario Jaimes Mejías acusó a David Rabelo Crespo de instigar el asesinato de David Nuñez Cala, secretario de obras públicas de Barrancabermeja. A pesar de la ausencia de toda evidencia que lo corrobore, el caso contra David está fundado en esta aseveración.
Uno de los varios escándalos que actualmente enfrenta el gobierno colombiano es el reciente descubrimiento de la existencia de testigos falsos de un cartel al los que se podía contratar para brindar evidencia en casos como el de David Rabelo Crespo. Jaimes Mejías está siendo enjuiciado actualmente por evidencia falsa.
Otro de los escándalos que confronta el gobierno es el descubrimientos de parte de los restos de un estimado de 100 personas en los sumideros ubicados bajo la prisión La Modelo, Bogotá, donde está alojado Jaimes Mejías. Se cree que los cuerpos tendrían relación con un ajuste de cuentas entre facciones políticas. Los investigadores sospechan que Jaimes podría estar detrás de algunas de esta desapariciones ocurridas en la prisión La Modelo cuando gestionaba uno de los patios de la cárcel en el que habrían desaparecido varios internos.
La cuestión de los abusos a los derechos humanos dentro del sistema carcelario fue investigada por la periodista colombiana Jineth Bedoya. El 25 de mayo del 2000, la Sra. Bedoya fue secuestrada a punta de pistola cuando aguardaba para ingresar a La Modelo para encontrarse con Jaimes Mejías, quien le había prometido información. Fue llevada a un lugar desconocido, donde la golpearon y violaron, y luego la dejaron tirada en otro sector de la ciudad. A comienzos de este mes, Jaimes Mejías confesó haber ordenado el secuestro de la Sra. Bedoya.
Mientras tanto, el Fiscal del Estado está procediendo en otro caso contra Jaimes Mejías, acusado de haber ordenado desde la cárcel el asesinato del rector de la Escuela 26 de marzo, en Barrancabermeja.
Así, llegamos a la situación en la que uno de los más respetados defensores de derechos humanos del país todavía está encarcelado por la evidencia que brindó un hombre que no tiene credibilidad, que ha sido relacionado directa e indirectamente con una delito grave y que está siendo procesado por el mismo Estado por perjurio. No es David Rabelo quien está en juicio, sino la credibilidad del sistema legal de Colombia. Mientras todos esperamos que se firme el Acuerdo de Paz el 23 de marzo, la prospectiva para su implementación exitosa quedará significativamente mermada a menos que el gobierno tome acciones urgentes para abordar la completa falta de confianza en el sistema legal.
Un primer paso en este sentido sería la libertad inmediata a David Rabelo Crespo.