Ataques incendiarios y amenazas contra Pablo Sibas Sibas, defensor de los derechos de los pueblos indígenas
El 3 de marzo de 2020, personas no identificadas incendiaron la finca de Pablo Sibas Sibas, en el territorio indígena Brörán, en Térraba, Buenos Aires, Costa Rica. En el pasado, el defensor de los derechos de los pueblos indígenas ha recibido varias amenazas de muerte y de ataques de incendio.
Pablo Sibas Sibas es un defensor de los derechos indígenas y de la tierra de Costa Rica, que trabaja para recuperar pacíficamente tierras indígenas que fueron arrebatadas ilegalmente. Es uno de los líderes del grupo indígena Brörán, quienes han sido discriminados por las autoridades costarricenses y atacados por los acaparadores de tierras durante más de cuarenta años. Su labor en materia de derechos humanos empezó en 1980, junto al defensor Sergio Rojas, asesinado en marzo de 2019 como resultado de sus actividades en pro de los derechos humanos.
El 3 de marzo de 2020, personas no identificadas incendiaron la finca de Pablo Sibas Sibas, en el territorio indígena Brörán, en Térraba, Buenos Aires, Costa Rica. En el pasado, el defensor de los derechos de los pueblos indígenas ha recibido varias amenazas de muerte y de ataques de incendio.
Descarga el Llamamiento Urgente
Pablo Sibas Sibas es un defensor de los derechos indígenas y de la tierra de Costa Rica, que trabaja para recuperar pacíficamente tierras indígenas que fueron arrebatadas ilegalmente. Es uno de los líderes del grupo indígena Brörán, quienes han sido discriminados por las autoridades costarricenses y atacados por los acaparadores de tierras durante más de cuarenta años. Su labor en materia de derechos humanos empezó en 1980, junto al defensor Sergio Rojas, asesinado en marzo de 2019 como resultado de sus actividades en pro de los derechos humanos.
El 3 de marzo de 2020, personas no identificadas incendiaron la finca de Pablo Sibas Sibas en el territorio indígena Brörán en Térraba, Buenos Aires. Al día siguiente, hubo ataques incendiarios en otros dos lugares de la granja. Tres casas de familias indígenas fueron parcialmente quemadas, y muchas hectáreas de cultivos y pastos fueron completamente destruidas.
La finca Crun Shurin se encuentra en el territorio indígena de Térraba. En marzo de 2018 fue recuperada pacíficamente de usurpadores de tierras no indígenas por 17 familias Brörán, entre ellas Pablo Sibas Sibas y su esposa. Por ley, las tierras reconocidas como territorio indígena sólo pueden ser utilizadas por los pueblos indígenas. Las familias que actualmente ocupan la finca Crun Shurin han pedido a las autoridades que den prioridad a su regularización como parte del Plan de Recuperación de Territorios Indígenas, por parte del gobierno. Los indígenas que regresan a vivir y trabajar en las tierras recuperadas a menudo enfrentan amenazas como resultado. Los y las que lideran los procesos de recuperación de tierras, incluido Pablo Sibas Sibas, se enfrentan a riesgos adicionales debido a su trabajo por el derecho al acceso a la tierra.
Semanas antes del ataque, Pablo Sibas Sibas había recibido varias amenazas de muerte en las redes sociales. Se le informó de que se habían contratado sicarios para matarlo a él y a varios otros líderes indígenas. También ha sido objeto de una campaña de difamación en la televisión nacional, en la que se le ha presentado falsamente como un violador de los derechos de los agricultores de la región, aumentando así el riesgo al que se enfrenta. El 5 de marzo, Pablo Sibas Sibas presentó una denuncia oficial ante la policía, en relación con las amenazas que recibió.
2015, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) concedió medidas provisionales a los pueblos indígenas Bribri y Brörán de Salitre y Térraba, respectivamente. La CIDH determinó al Gobierno de Costa Rica que debía adoptar medidas para proteger la vida y la integridad física de los Bribri y los Brörán. Sin embargo, esas medidas no han sido aplicadas efectivamente por las autoridades, a pesar de que los ataques contra personas defensoras de los derechos indígenas siguen ocurriendo.
El Viceministro de Asuntos Políticos y Diálogo Ciudadano, Randall Otárola, responsable de la aplicación de estas medidas de protección, ha declarado públicamente que fue informado por los bomberos de que el incendio en el terreno de Pablo Sibas Sibas tendría causas naturales. No se refirió a las amenazas preexistentes contra Pablo Sibas Sibas. El gobierno ha ofrecido reubicación como medida de protección a Pablo Sibas Sibas, pero el defensor se negó a abandonar el territorio de Térraba. Está convencido de que esto daría poder a los usurpadores de tierras y legitimaría la violencia comúnmente perpetrada contra líderes indígenas, reforzando así su vulnerabilidad.
Tras el reciente ataque incendiario, Pablo Sibas Sibas ha recibido protección policial. Sin embargo, sólo lo acompañan cuando abandona el territorio indígena o durante los viajes que considera peligrosos. El defensor considera que esta medida no es apropiada ya que la comunidad no se siente segura en presencia de la policía, que ha intimidado algunos de sus integrantes en el pasado. Según la comunidad, la vigilancia de las personas y vehículos que entran y salen del territorio sería una medida de seguridad más apropiada y efectiva.
Durante los últimos cuarenta años, los defensores indígenas Brörán del territorio de Térraba han denunciado las violaciones de derechos humanos perpetradas contra su pueblo, que a menudo les han costado la vida, como en los casos de Jerhy Rivera y Sergio Rojas. El 18 de marzo de 2019, el líder indígena Bribrí de renombre nacional Sergio Rojas fue asesinado a tiros en su casa por autores desconocidos. El crimen permanece impune. El 9 de febrero de 2020, Mainor Ortíz Delgado, integrante del tradicional Consejo Bribri que trabaja para proteger los derechos de los indígenas a la tierra en el contexto de la apropiación de tierras en los territorios de Salitre, recibió un disparo en la pierna en el territorio indígena Bribri, después de una serie de ataques y amenazas en su contra. El autor del ataque fue puesto en libertad después de pasar 24 horas bajo custodia policial.
Front Line Defenders está profundamente preocupada por los ataques incendiarios y las continuas amenazas, incluidas amenazas de muerte, contra Pablo Sibas Sibas, así como por la falta de medidas efectivas de las autoridades costarricenses para garantizar su protección. Considera que el defensor de derechos humanos ha sido objeto de ataques únicamente como resultado de sus actividades pacíficas de defensa de los derechos de las tierras indígenas. A Front Line Defenders también le preocupa la continua impunidad de los delitos cometidos contra personas defensoras de los derechos de los pueblos indígenas en Salitre y Térraba, lo que refuerza el patrón de violencia contra ellas.